El escritor uruguayo Eduardo Galeano (1940-2015) en su Libro de los Abrazos (1989), ha escrito sueños, memorias o bien desmemorias, celebraciones, sucedidos, profecías, crónicas; en donde el amor, la amistad, la ironía, la cultura, y la desventura, tristeza y la injusticia son sentimientos que transforme para bien o para mal el cuerpo y el alma de toda persona. Son características palpables de los individuos de la calle, los olvidados, los ignorados por la sociedad.
El siguiente fragmento, titulado «El diagnóstico y la terapéutica» aparece en el libro mencionado. Un buen aditamento para este mes del amor y de la amistad.
El diagnóstico y la terapéutica
El amor es una enfermedad de las más jodidas y contagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce. Hondas ojeras delatan que jamás dormimos, despabilados noche tras noche por los abrazos, o por la ausencia de los abrazos, y padecemos fiebres devastadoras y sentimos una irresistible necesidad de decir estupideces.El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quereme, como al descuido, en el café o en la sopa o el trago. Se puede provocar, pero no se puede impedir. No lo impide el agua bendita, ni lo impide el polvo de hostia; tampoco el diente de ajo sirve para nada. El amor es sordo al Verbo divino y al conjuro de las brujas. No hay decreto de gobierno que pueda con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y todo.
Eduardo Galeano (1940-2015)
Una canción de tango te recomendamos escuchar mientras lees el pasaje:
Imagen destacada: «Pôr do Sol» de Mariana O. dos Santos.