La rosa blanca

José Martí (1853-1895) fue un político y escritor cubano, quien lideró en la campaña de independencia de su país, además de ser un prolífico escritor, precursor del Modernismo literario hispanoamericano.

Fue siempre atraído por las ideas revolucionarias de sus compatriotas, publicando la gacetilla El Diablo Cojuelo, y después la revista La Patria Libre, donde añadió su poema dramático Abdala.

Creó una revista para niños llamada La Edad de Oro (1889), donde aparecieron los tradicionales cuentos Bebé y el señor Don Pomposo, Nené traviesa y La muñeca negra; y además como cronista y crítico excepcional, realizó textos de carácter revolucionario como El presidio político en Cuba (1871), así como El Manifiesto de Montecristi o su Diario de campaña.

Como poeta es reconocido por Ismaelillo (1882), obra magna del modernismo por el contenido expresado; Versos libres (1878-1882, publicados póstumamente) y Versos sencillos (1891), donde predomina el carácter popular y aspectos autobiográficos.

El siguiente poema pertenece a sus Versos Sencillos, que lleva como atributos la sinceridad y la honradez.

Cultivo una rosa blanca

Cultivo una rosa blanca
en junio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.

José Martí

En esta ocasión (a diferencia de anteriores notas), publicaré un poema más, también relativo al tema de la amistad, que dedico a mis compañeros y amigos colaboradores de nuestro movimiento en ProAuge, y a todos aquellos a quienes también considero mis amigos, y por aquellos a quien me lleguen a considerar como uno de ellos.